No nos llames, te llamaremos


Curiosa frase. Cuando la escuchas luego de haber resumido tu experiencia laboral en unas míseras 20 líneas. Habladas con la mayor claridad posible, resaltando tus virtudes y escondiendo esos defectos. Sin embargo, debes esperar.

Ponerse el terno (las mujeres visten de sastre, no soy sexista), llevar tu cv al lugar indicado, llegar puntual, observar los rostros de las otras personas. Ellos saben que no es una reunión social, por el contrario, la brutal contienda académica y de palabras que van y vienen, tienen el único propósito de eliminar al resto de la competencia y quedarse con el puesto (por ende, el dinero) por el que fuiste.

Durante este mes he impreso más de 10 veces mi corto, pero sólido CV. ¿Qué habrá sido de ese papel? Donado? Vendido? Reciclado? Sólo Dios sabe. Pero la palabras que dije, los gestos que brindé y las interminables pruebas psicológicas, nadie me las quita. Puedo decir que soy un postulante profesional.

El típico hombre bajo la lluvia, la historia al reverso de mínimo 5 líneas. Los dibujos a partir de trazos brindados, elegir títulos, seguir secuencias lógicas, etc. Estoy tan harto de resolverlas, que siempre al chico bajo la lluvia le agrego verma, pista, autos atrás, señoritas caminando, cafés, nubes, gaviotas, semáforos (siempre en rojo), alumbrado público, etc. Después de todo, si la idea es retratar a una persona, esta no puede existir sólo con lluvia y un paraguas. No señor, también hay algo que se llama "mundo" alrededor de él. Aunque suene ilógica mi queja contra estos inocentes pedazos de papel, debo admitir que soy adicto también a resolverlos. Pues siempre compito con los demás, el típico ¿quién acaba primero?. Siempre gano , pero nunca me vuelven a llamar.

Sin embargo, no todo es tristeza. Hay ofertas de trabajo: buenas, regulares, increíbles y malísimas. A la última que asistí fue para teleoperador en el conocido diario "El Comercio". Sueldo regular, ni malo ni bueno, horario normal. ¿El problema? la distancia. Para mí, que vivo cerca al campus universitario de mi alma matter (Santa Anita) llegar a Pueblo Libre, frente a la PUCP, a las 7 am es un crimen que ni por 3000 soles podría lograr.

En el Perú hay trabajo, pero nadie quiere contratarme para lo que deseo hacer, ni pagarme lo que cuesta mantener realmente a un estudiante con vida social, novia, vicios y sueños.

"Paciencia y buen humor" me dijeron una vez. Los cachetes han empezado ya ha dolerme de tanto mantener la sonrisa.

Comentarios

Entradas populares