La razón de todo

La razón para iniciar mi carrera en el área de las comunicaciones, la razón para estar en sexto ciclo en la Universidad de San Martín de Porres, la razón para que escriba estas líneas, es una sola. Sin embargo, como un movimiento, certero y oportuno, en un tablero de ajedrez, una acción generará miles de consecuencias. Tantas como la imaginación permite y que una vez desenvueltas, no existe marcha atrás.

Pero para poder escribir ese pilar fundamental en mi vida, debo contarles primero el pasado y como llegué ahí.

Estudiaba derecho en la misma universidad, coincidentemente, cursaba el sexto ciclo. Practicaba en un estudio en Corpac. En resumen, todo iba bien. Pero, algo faltaba, algo empezaba a menguar dentro de mí y, finalmente, luego de interminables borracheras e incontables madrugadas logré dar en el clavo. La pasión por la carrera que seguía se había extinguido.

A diferencia de lo que muchas personas creen, que conocen la historia de primera mano, no fue por un desamor, no por que haya obtenido notas deplorables. No, nada de eso. Era algo más profundo, más (tomando tremenda palabra prestada) existencial. Por otro lado, también bastante simple : los ideales que buscaba defender, enaltecer y de los cuales, sentirme orgulloso, quedaban en las letras muertas de una ley escrita por asesores de congresistas sin preparación y desconocimiento de nuestra realidad.

¿En cristiano? En el mundo legal, a veces, se tenían que romper manos.

Dentro de esta fase, confusa e inerte, solía escaparme de la oficina, de las escaleras de emergencia del edificio (que eran mi food court para la hora de almuerzo , ja!) mediante una nueva forma de contacto social : el internet. Específicamente, el hi5.

Todo empezó con una inocente búsqueda de palabras con la intención de encontrar otros seres humanos que se sintieran fuera de lugar, fuera de sí mismos; no más muñecos Ken y Barbies (con su plata) que abundan por el conocido y retocado "centro empresarial de San Isidro".

Así como sucede en los mitos urbanos: un amigo me presentó a una amiga. Se esbozaba la idea de una comunidad, unida por gustos musicales, de temperamento y de ganas de sentir ese anhelo de pertenecer a algún lado.

Pero lo más fascinante, lo más intrigante y por muchas personas : "díficil de creer" es que en la primera reunión de este pseudo grupo, sólo asistí yo. Al menos, eso creí.

Eran las 4 pm  (hora pactada) El lugar : Parque Kennedy, Miraflores. Me encontré con mi propia sombra. Nadie asistió. Así que en un arranque, me senté en una banca a escribir cosas como las que pueden leer ahora. Pensamientos sin contexto, sin carácter público.  LLegaron las 4:30 pm y una chica, de quien sólo sabía el nombre se sentó en la banca adyacente.

Me preguntó si era "Zero" (nombre por el que se me conoce en la red) a lo cual asentí. Caminamos, conversamos. Me dijo que leía  "Las flores del mal" para su curso de Literatura, segundo ciclo, Ciencias de la comunicación - USMP.

En medio de mi ignorancia dije "¿periodismo? no gracias". Ella respondió, indignada y con razón : "no sólo es periodismo" y me presentó, de la manera más fascinante que recuerdo a alguien comentar acerca de su carrera, lo que era el mundo de las comunicaciones.

Ahora, conocen a la razón de mi vida, desde ese día.

Sin embargo, podrán decir "fue por una chica", una vez más. Pero se equivocan. Ela es la razón que el destino puso en mi camino. Por otro lado, falta la razón que siempre tuve en mí.

La transmisión de mensajes, efectivos, es lo que me apasiona. Obtener risas, lágrimas, deseos y sueños a través de imágenes, sonidos y la mezcla emocionante de ellos es mi verdadero deseo. Creí que no existía una carrera que reuniera todas las características y canales que usaba en mi adolescencia. Editando videos de Nirvana, escribiendo en mis foros de niños resentidos. Genial, un grupo de personas había reunido todo y lo había convertido en una carrera. Ciencias de la Comunicación conoce a Dennis Franco.

Genial.

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